La necesidad de pasar de productor agropecuario a empresario agropecuario.

A los productores agropecuarios no les gusta que les hablen de leyes, de normativas y de regulaciones porque, en general, es un lenguaje que no los atrae, pero, lamentablemente, tanto a nivel mundial como nacional y regional la tendencia es que estas actividades, primarias, y agroindustriales estarán cada vez más reguladas.

La llamada presión normativa en relación al agro continuara creciendo, a la par de la presión fiscal, por ejemplo, cuestiones ambientales, de sanidad, de comercialización, fitosanitarias, etc, constantemente se ven reguladas con normas que, a su vez, modifican o se superponen entre ellas, regulaciones que dependen de la región en la que se sancionan, por lo que el productor que tiene su negocio en distintas zonas o partidos podrá tener regulaciones diferentes para una misma situación.

Por ello es necesario que los productores agropecuarios, empresarios, por un lado, se involucren en el desarrollo de la normativa – a través de sus entidades gremiales- a la vez que consultan para su administración un asesor legal que los auxilie con la cantidad de regulaciones, dinámicas, que desde los poderes legislativo y ejecutivo, en todos sus niveles, van creando.

Son innumerables la leyes, decretos, reglamentos, resoluciones y ordenanzas que se sancionan e impactan directa o indirectamente en el negocio agropecuario.

La actividad del agro se ha convertido en una actividad empresaria y como tal requiere de nuevos esfuerzos, la hipernormatividad del sector implica que el productor/empresario adquiera nuevas herramientas y hábitos que tradicionalmente no “explota” en su totalidad.

Proyecciones, programas, planificación a largo plazo, planificación y proyección legal y contable. Deben adquirir herramientas de “magnament” e introducir nuevas tecnologías a la administración del negocio más allá de la propia tecnología aplicada a la producción.

Lo dicho implica que el productor agropecuario tome un rol activo involucrándose como verdadero empresario, tomando herramientas de la administración incluyendo el asesoramiento de abogados y contadores en la toma de decisiones.