La Responsabilidad Social Empresaria (RSE) es un aspecto relativamente moderno que se ve potenciado por la globalización, el desarrollo de la conciencia ecológica, las mayores exigencias de los usuarios y la transformación digital.

Muchas empresas y organizaciones se preocupan y buscan ser una empresa socialmente responsable, pero ¿cómo podemos definir la Responsabilidad Social Empresaria?
Antes de definir la RSE vale la pena aclarar que no importa el tamaño de la empresa, ni el tipo social, ni si tienen o no fin de lucro. Tampoco es para un sector determinado, de hecho, cualquier sector puede adaptarse a la RSE, industrial, agroindustrial, de servicios; en fin, desde un quiosco hasta un productor agropecuario pasando por un odontólogo u otro profesional, un albañil, etc., nadie queda exento de esta posibilidad.
Ahora bien, definimos la RSE como el aporte que realizan las organizaciones al ambiente en el que se insertan y la forma en que impactan de manera directa e inmediata la vida de los ciudadanos y las comunidades a través de programas que impulsan el desarrollo económico, la educación y muchas otras causas sociales.
Es una contribución activa y voluntaria a través de principios prestablecidos y comunicados a quienes forman parte de la empresa que tienen por objetivo el mejoramiento ambiental, social y económico del entorno y de la propia organización. Más allá del beneficio que produce hacia afuera la RSE posiciona competitivamente a la empresa a través de la diferenciación respecto de la competencia.
Por ejemplo, ser una empresa socialmente responsable generará más productividad, ya que se mejora las condiciones para sus trabajadores lo que optimizará su eficiencia.

Las empresas socialmente responsables proyectan una mejor imagen lo que ayuda, no solo, a aumentar sino a fidelizar los clientes. Como se dijo, una empresa que posea una filosofía que busque contribuir al desarrollo humano sostenible, comprometiéndose con sus empleados y con la sociedad para mejorar la calidad de vida de su entorno se posiciona mejor frente a sus competidores.
Obviamente, la RSE tiene otros efectos que hacen a la organización de la empresa, implica un rediseño, en algunos casos, de sus procesos; la redacción de manuales y normas de conducta; la elaboración o reelaboración de un plan de negocios que tenga como eje central los conceptos mencionados anteriormente, un compromiso real –más allá de los beneficios que se buscan- con la sociedad; la adecuación del funcionamiento a la legislación y normativa vigente principalmente la legislación ambiental, normas de calidad –ejemplo normas ISO-.
Ser una Empresa Socialmente Responsable implica un esfuerzo por parte la totalidad de los integrantes de la organización, pero genera innumerables beneficios. Implica, en muchos casos, el cambio de políticas internas arraigadas por generaciones de empleados y trabajadores en todos los niveles. En definitiva, implica un cambio de la cultura interna de la organización.
Toda empresa o negocio puede adaptarse a principios como los mencionados y, en tiempos como los que transitamos, desde mucho antes del COVID 19, diferenciarse de la competencia posiciona mejor. Puede consultar a su abogado de confianza quien podrá asesorarlo para convertir su negocio, producción o empresa en una Empresa Socialmente Responsable.
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